sábado, 25 de mayo de 2013

ARAGÓN: medio físico

 
El relieve
 
La orografía de la comunidad tiene como eje central el valle del Ebro (entre 150 y 300 metros) el cual transita entre dos somontanos, el pirenaico y el ibérico, preámbulos de dos grandes formaciones montañosas, el Pirineo al norte y el Sistema Ibérico al sur.
La Comunidad cuenta con los picos más altos de ambas cadenas montañosas, el Aneto y el Moncayo respectivamente.

El Pirineo aragonés: se encuentra en el norte de la provincia de Huesca y se dispone longitudinalmente en tres grandes unidades: Alto Pirineo, Depresión Intrapirenaica y Sierras Exteriores.

La depresión del Ebro: es una fosa tectónica rellena de materiales sedimentarios, acumulados en la era terciaria en series horizontales, en el centro se depositaron materiales finos como arcillas, yesos y calizas.

El Sistema Ibérico aragonés: se divide entre las provincias de Zaragoza y de Teruel. Es un conjunto de sierras sin unidad estructural clara, que puede dividirse en dos zonas: Sistema Ibérico del Jalón y Sistema Ibérico turolense.


El clima

Aunque el clima de Aragón puede considerarse como un mediterráneo continental su irregular orografía crea varios microclimas a lo largo y ancho de toda la comunidad. Desde el de alta montaña en los Pirineos centrales al norte, hasta el de zonas esteparias o semidesérticas como los Monegros, pasando por el clima continental intenso de la zona de Teruel-Daroca.
Las temperaturas medias son muy dependientes de la altura. Las precipitaciones son escasas.

La vegetación

La vegetación sigue las oscilaciones del relieve Hay una gran variedad, ya sea vegetación silvestre o cultivos humanos. En las zonas altas se pueden encontrar bosques (pinos, abetos, hayas, robles), matorrales y prados, mientras que las zonas del valle del Ebro la encina y la sabina son los árboles más numerosos, aparte de las tierras
explotadas para uso agrícola.

Los ríos

La mayor parte de los ríos aragoneses son afluentes del Ebro. Hay afluentes con origen en el pirineo, destacando el río Aragón, el Gállego y el Cinca. Como afluentes ibéricos destacan el Jalón, el Huerva y el Guadalope. Mención aparte dentro de la hidrografía merecen los pequeños lagos de montaña pirenaicos llamados ibones son de gran belleza paisajística, tienen su origen en la última glaciación.
 
El Ebro supera los cuatro metros a su paso por Zaragoza.. P. BERNé

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