La morfología de Castilla y León está formada, en su mayor parte, por la Meseta y un cinturón de relieves montañosos. La Meseta tiene una altitud media cercana a los 800 m, está cubierta por materiales arcillosos depositados que han dado lugar a un paisaje seco y árido.
Al norte, las montañas de las provincias de Palencia y de León con cumbres altas y espigadas y las montañas de la provincia de Burgos, dividas en dos partes por el desfiladero de Pancorbo, vía de unión entre el País Vasco y Castilla. De éstas, la parte norte pertenece a la cordillera Cantábrica y llega hasta la ciudad de Burgos. La zona este-sureste, perteneciente al sistema Ibérico. En la parte noroeste se extienden las montañas de Zamora, con picos amesetados por la erosión.
El clima
Castilla y León tiene un clima mediterráneo continentalizado, con inviernos largos y fríos, con temperaturas medias de entre 4 y 7 °C en enero y veranos cortos y calurosos (medias de 19 a 22º), pero con los tres o cuatro meses de aridez estival característicos del clima mediterráneo.
La pluviosidad, con una media de 450-500 mm anuales, es escasa, acentuándose en las tierras más bajas.
La vegetación
Los últimos bosques castellanos y leoneses de
sabina se encuentran en las provincias de León, Soria y Burgos. Son bosques
poco frondosos que pueden formar comunidades mixtas con encinas, quejigo o pino.
Las laderas más húmedas y frescas están pobladas por grandes hayedos. A su vez,
el haya forma bosques mixtos con el tejo, el serbal, el mostajo, el acebo y el
abedul. En las laderas de solana proliferan el roble albar, el carballo, el fresno,
el tilo, el castaño, el abedul y el pinar de Lillo, una especie típica del
norte de la provincia de León.
Hay extensos pinares y encinas en las dehesas salmantinas.
Los ríos
La principal red hidrográfica de
Castilla y León está constituida por el río Duero y sus afluentes. Del norte
descienden el río Pisuerga, el Valderaduey y el Esla. Por la margen izquierda
le llegan importantes afluentes como el Tormes, el Huebra, el Águeda, el Coa y
el Paiva, todos procedentes del sistema Central. Por la derecha le llegan el Sabor,
el Tua y el Támega, nacidos en el macizo Galaico.
